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¡Hola queridos lectores! Aprovechando la ocasión de empezar el mes de diciembre con buen pie, hoy os traigo un juego muy querido por millones de personas, el cual no pasará a la historia por complejidad o argumento, pero que sí fue el nacimiento de una de las mejores sagas para la Gran N, que es nada más y nada menos que nuestra pequeña bola rosa favorita: Kirby, entrañable y achuchable a partes iguales, pero capaz de salvar el mundo de Dreamland cuando éste se encuentra en peligro. Y es que este Kirby se las trae… ¿Y el nombre del juego preguntáis? Kirby’s Dreamland, desarrollado por Hal Laboratory y puesto a la venta para la Nintendo Game Boy en el año 1992.

En la portada original de Game Boy, se muestra a Kirby como una bola gris, debido a la incapacidad de la primera portátil de Nintendo de tener una paleta de colores, hizo que se pensara que nuestro protagonista presentara este aspecto, el cual cambió en su segundo juego: Kirby’s Adventure, lanzado para Nintendo Entertainment System en marzo del año posterior, en el cual ya tomó su apariencia rosada, tal y como le conocemos hoy en día.
HISTORIA Y DESARROLLO:
Dedede, el rey del mundo de Dreamland, situado en el planeta Pop, ha robado toda la comida del reino, sumiendo en la miseria y hambruna a todos sus habitantes. Kirby es uno de ellos, el cual se revelará contra el malvado gobernante y luchará por todo su pueblo para poderle devolver toda la comida, aunque para ello deba enfrentarse a varios temibles enemigos e ir al castillo del propio Dedede para derrotarlo allí. Para ello contará con la inestimable ayuda de su insaciable apetito y su capacidad de hincharse como un globo para volar.
Kirby’s Dreamland no destaca por su complejidad, ya que el desarrollo de juego es bastante sencillo, debido a que se encontraba orientado hacia un público más joven, aunque tanto pequeños como mayores fueron maravillados a raíz de la diversión que generaba nuestro redondo héroe.

Al ser el primer juego de Kirby y al estar hecho para la Game Boy tiene una jugabilidad simple y éste carece de funciones que en los posteriores juegos de Kirby serán agregadas, como son la capacidad de poder copiar habilidades o correr, aunque algunas de sus funciones aún se mantienen hoy en día, como la de comerse enemigos, escupirlos o tragarlos, dañar a los enemigos con el aire, la de flotar, nadar, la piruleta que lo vuelve invencible, los ítems como tomates, botellas de refresco… que nos recuperaban una o varias porciones de vida, etc. Además de los entrañables escenarios y melodías míticas que casi todo el mundo habrá tarareado alguna que otra vez.

El juego es bastante corto (apenas tiene cinco niveles), por lo que no hay función de guardado, y en cada nivel habrá diversos enemigos a los cuales Kirby podrá comer, habiendo al final de cada uno un jefe al cual nuestra entrañable bolilla deberá eliminar para pasar al siguiente. después de pasar los cinco niveles y derrotar a Dedede el juego habrá acabado y se desbloqueará la modalidad difícil, que hace que en el juego haya más enemigos y que pasárselo sea algo más arduo.
Dreamland ha estado muy presente en todos los juegos de Kirby, y más, ya que también ha hecho aparición en todos los juegos de la serie Super Smash Bros. desde Nintendo 64, donde a más de uno le habrá saltado la lagrimilla al oír los acordes de las aventuras de nuestro pequeño. Todo un guiño.
